domingo, 16 de enero de 2011

EL VIAJE



Tal y como somos, salimos tarde el primer día,
primera parada Vitoria gasteiz,
conseguimos llegar sobre las 6 de la tarde después de 9 horas de viaje,
una media de menos de 80 km/hora y una velocidad punta de 110, solo usada para casos muy concretos (costa abaixo e recto).
Vitoria, ciudad más que aconsejable, casco antiguo muy bien conservado, ciudad manejable, hospitalaria y un hotel cojonudo de la cadena silken. las perras durmieron en la furgo dentro del parking del hotel, mejor creo que no podía ser.

La segunda etapa acababa en Montpellier, reservamos el día anterior, atención!!!, nos dejan tener las perras en la habitación. Dar las gracias a Jose por dejarnos el ton, creo que no hubiesemos encontrado nunca el hotel sin el amigo de alberta, ton. La anécdota fue que la calle delante del hotel no era practicable para coches, solo para tranvía. Cruzo la calle con la furgo y emboco la furgo en un garaje que pone el nombre del hotel, alberta se baja y va a preguntar al hotel, mientras yo entro en la cuesta del parking y cuando estoy a menos de 1 metro de entrar me digo, ostias por aquí no cabe la furgo. No se como coño se me ilumino la bombillita de danger. Para hacer la rampa marcha atrás con todo el peso de la furgo, flipé. Cuando preguntamos en el hotel, entrada 1,90, furgo 2,00, creo que si intento pasar aun estamos hoy allí, y la furgo sin techo, que es de fibra.
Esta fue la etapa más larga 690 km, 10 horas (con paradas), media 86 km/hora. El hotel normalucho pero en 15 minutos estabas en el centro, ciudad universitaria y también muy chula, nos dimos un paseo y nos tomamos unos vinos.

Al ver que necesitábamos 4 etapas para llegar, decidimos que la tercera etapa acabase en Rapallo, al sur de Genova, para no entrar en una ciudad tan grande y no complicarnos.
El viaje fue chungísimo cuando se hizo de noche, nada más pasar Francia nos encontramos con los Alpes (que cabrones), agua, y luego el binomio mortal de puente-túnel-puente-túnel.... así hasta el infinito, si a esto le añades camiones asesinos y nuestra velocidad supersónica, te puedes imaginar, las pasamos putas. Rapallo, un pueblo turístico normalito un hotel bien y nuestra primera pizza en italia, en casa.
La última etapa fue más corta, llegamos a casa al mediodía sobre las dos, muertos de hambre, a mi se me vino todo un poco encima, la casa helada, sin comida. En fin el problema no era muy serio, calefacción y bajar al pueblo a comer. Ya sabéis que me gusta ahogarme en un vaso de agua.

2 comentarios:

  1. me río y no puedo parar...
    y esto que la historia yo ya me la sé...
    te quiero,
    muaka

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  2. Yo no me río, parece un drama!
    Hambre, carreteras peligrosas, frío, pero si pareceis refugiados...
    .
    Iamnotlikeeverybodyelse

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